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Ausgabe 21a

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Congreso - Igualdad de Derechos sin límite de edad
Pronunciamento
Nosotros, 45 niños, niñas y jóvenes de Nicaragua,
Honduras y Alemania nos hemos encontrado del 8 al 10 de agosto 1997 en
Berlin en un congreso sobre los Derechos Infantiles.
En cuatro talleres sobre los temas Igualdad de derechos y participación
política, Escuela, Familia y Trabajo Infantil hemos reflexionado
de la situación de los jóvenes en la sociedad. Nos hemos
dado cuenta que no estamos contentos con nuestra situación. Hemos
pensado que podemos aportar a un cambio respecto a esto y llegamos a las
siguientes conclusiones:
Familia
En muchos casos hace falta confianza mutua entre padres e hijos/hijas
y los padres no les dan suficiente respecto. Existen métodos violentos
tanto físicos como psíquicos y aún se utilizan estos
métodos para la educación. Ciertos padres dominan a sus hijos.
Generalmente no existe una convivencia de igualdad de derechos y amistad
entre padres e hijos/hijas. Exigimos una convivencia entre las generaciones
sin violencia donde todos y todas busquemos posibles soluciones a nuestros
problemas. Niños y niñas deben de tener la libertad de decidir,
cuando no quieren vivir con sus padres y eligen a otras personas de confianza.
Escuela
Cada persona debería tener el derecho a recibir la educación
que desea. El estado debe garantizar los recursos necesarios sin manipular
a los estudiantes. Para las personas que no gozan de este derecho por sus
condiciones de vida, el estado tiene que brindarles la posibilidad de que
pueden cambiar sus circunstancias así que tengan este derecho. Se
necesita desarrollar una oferta de enseñanza que sea nueva, amplia
y variable. La oferta debería corresponder a la demanda. En instituciones
adecuadas los estudiantes, padres y maestros deberían decidir su
vida cotidiana individualmente y con igualdad de derechos. La enseñanza
obligatoria obstaculiza el aprendizaje de los niños y niñas,
y por eso debería ser sustituida por un derecho a la enseñanza
libre.
Trabajo Infantil
En América Central nosotros no queremos que se nos quite
el trabajo, sino combinar el trabajo con la escuela. Se prohibe el Trabajo
Infantil porque en la sociedad se considera al niño y la niña
como incapaces de hacer un trabajo. Nos miran como personas que necesitamos
de la protección de los adultos. En nuestros países el Trabajo
Infantil lo miran como algo vergonzoso, entonces tratan de esconderlo.
La sociedad alemana entiende el trabajo como una obligación
que tienen sólo los adultos y el Trabajo Infantil se ve también
como algo vergonzoso. Se promueve que los niños y niñas vivan
en otras condiciones que los adultos. Quieren que todos se vayan a la escuela
y que no sean explotados.
En América Central y Alemania se asigna un papel a cada etapa
del desarollo de una persona. Según esto la niñez no debe
de trabajar.
Es fundamental que los niños y niñas conozcan sus derechos
para que no sean explotados ni maltratados. Consideramos importante también
que exista democracia, justicia, comprensión y libertad en nuestras
sociedades. No queremos que el trabajo sea una obligación.
Proponemos que hayan contactos con autoridades para que se discuta
juntos sobre posibles soluciones de la problemática en el Trabajo
Infantil. Que la sociedad apoye a los niños y las niñas trabajodores/as
y promueva y apoye las organizaciones infantiles para que sus intereses
sean representados por ellos mismos. Consideramos que para mejorar las
condiciones se requiere un proceso en que se logre más conscientización
sobre el tema.
Igualdad de derechos y participación política
Para que los niños y niñas puedan participar activamente
en la política se tendrá que abolir el límite de edad
para el derecho al voto. El derecho a votar es un paso importante para
mejorar concretamente la situación jurídica de los niños
y niñas. Es de esperar que los partidos incluirán en sus
programas las reivindicaciones de los derechos infantiles cuando se enteren
de la abolición del límite de edad ya que estarán
interesados en ganar para si mismo los votos de los niños y niñas
(que representan en Alemania un potencial de 20% de todos los votantes
y en América Central más de 50%). La maduréz o capacidad
de los menores de edad (18 años) para poder votar no juega ningún
papel al igual que la maduréz o capacidad de los adultos. Es decir
que cada ser humano tiene un voto que ante nadie tiene que justificar el
uso que hace de él.
Todos los seres humanos tienen que ser vistos con los mismos derechos.
Nadie debe de ser discriminado solo por su edad. Ya que ningún ser
humano puede influir en su edad, en su sexo, en su color de piel o en su
minusvalidad estos puntos no deberían de ser un criterio para la
privación de sus derechos.
La igualdad de derechos entre los seres humanos de cualquier edad implicaría
más justicia, paz y finalmente mas satisfacción en la sociedad.
Evitando la sensación que los niños y niñas se desmayen
en este mundo dominado por los adultos se podrían evitar también
muchos problemas de su vida futura. Solamente porque los niños y
niñas no han desarrollado totalmente sus capacidades esto no deberia
de ser una razón de excluirlos en muchas áreas de la vida
pública.
congreso de Derechos Infantiles
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